Umberto Eco puede ser muchas cosas, así que para evitar disquisiciones farragosas sobra con la etiqueta de escritor. Las letras son el vehículo del novelista y del ensayista, del filósofo y del periodista, del semiólogo y del catedrático. Un escritor activo, que en el tránsito a los 84 años -los cumplió ayer- metió el dedo en la llaga de un cuerpo que no le es ajeno (el de los medios) con forma de ficción: “Número cero”.
Lo inalterable en Eco es su filoso análisis de la realidad, propio del polemista y el erudito. De allí que sus definiciones sirvan para el descubrimiento y, en especial, para la reflexión. De ese pensamiento vale servirse para celebrar, a la distancia, el cumpleaños de una figura clave de la época:
- 1) “El arte sólo ofrece alternativas a quien no está prisionero de los medios de comunicación de masas”.
- 2) “Hoy no salir en televisión es un signo de elegancia”.
- 3) “He llegado a creer que el mundo es un enigma, pero un inocente enigma hecho terrible por nuestro loco intento de interpretar todo como si existiese una verdad subyacente”.
- 4) “La superstición trae mala suerte”.
- 5) “Sabiduría no es destruir ídolos, sino no crearlos nunca”.
- 6) “El diablo no es el príncipe de la materia, el diablo es la arrogancia del espíritu, la fe sin sonrisa, la verdad jamás tocada por la duda”.
- 7) “La computadora no es una máquina inteligente que ayuda a gente estúpida, de hecho, es una estúpida máquina que funciona sólo en manos de gente inteligente”.
- 8) “Internet es como un gran inventario (de información), pero no constituye en sí misma la memoria”.
- 9) “Los intelectuales no resuelven las crisis; las crean”.
- 10) “Nada hay que ocupe y ate más el corazón que el amor. Por eso, cuando no dispone de armas para gobernarse, el alma se hunde, por el amor, en la más honda de las ruinas”.
- 11) “ Huye, Adso, de los profetas y de los que están dispuestos a morir por la verdad, porque suelen provocar también la muerte de muchos otros, a menudo antes que la propia, y a veces en lugar de la propia”. (Fragmento de “El nombre de la rosa”).
- 12) “El narrador no debe facilitar interpretaciones de su obra, si no, ¿para qué habría escrito una novela, que es una máquina de generar interpretaciones?”
- 13) “Hay libros que son para el público, y libros que hacen su propio público”.
- 14) “El mundo está lleno de libros preciosos que nadie lee”.
- 15) “Los libros se respetan usándolos, no dejándolos en paz”.
- 16) “Yo siempre me pongo a dieta, igual que todas las semanas dejo de fumar”.
- 17) “La semiótica es, en principio, la disciplina que estudia todo lo que puede usarse para mentir”.
- 18) “El gran peligro de la globalización es que nos empuja a una megalengua común”.
- 19) “¿Qué es la filosofía? Lo siento por mi conservadurismo trivial, pero no puedo encontrar una mejor respuesta que la definición que da Aristóteles de la Metafísica: una respuesta a un acto de asombro”.
- 20) “En el fondo, la pregunta fundamental de la filosofía (igual que la del psicoanálisis) coincide con la de la novela policíaca: ¿quién es el culpable?”
Siete novelas
- “El nombre de la rosa” (1980). Un policial en plena Edad Media, cruzado por mil referencias literarias. William de Baskerville es el primer gran personaje de Eco.
- “El péndulo de Foucault” (1988). Un juego se transforma en pesadilla en esta historia que se adentra en el universo esotérico.
- “La isla del día de antes” (1994). El naufragio de un noble dispara una aventura mental que encierra un secreto: el Punto Fijo.
- “Baudolino” (2000). Las andanzas medievales de un personaje que explora tierras reservadas a la imaginación.
- “La misteriosa llama de la Reina Loana” (2004). Yambo Bodoni ha perdido la memoria y decide regresar a Solara para recuperar los recuerdos de la niñez. Los descubrimientos irán mucho más allá.
- “El cementerio de Praga” (2010). Una particular mirada a la unificación italiana en el siglo XIX.
- “Número cero” (2014). El periódico creado para chantajear a los poderosos nunca verá la luz, pero cumplirá su objetivo.